de sentir los colores y cosas peores
No es que no quiera al equipo, al contrario, esos colores están tan dentro de mí, que no han importado los fracasos, los años de un futbol mediocre, de directivos incapaces, de jugadores mercenarios; no importan los años sin títulos; no importan las burlas (incluso de los que no les gusta el futbol); no importa la vergüenza que me da decir en estos días a qué equipo le voy; todo eso no importa porque, más para mal que para bien, yo soy americanista, y hoy, lo admito, siento que cada vez el equipo se va al carajo, al garoto, como dirían los argentinos.
No sé si sea el único, pero no me emociona nada la llegada de Carlos Reinoso al equipo. Y aclaro que yo crecí viendo sus triunfos con el equipo, esa Final ganada a Chivas está presente en mi mente; pero no creo que tratar sólo con aspirinas a un enfermo que está muy grave sea lo más recomendable.
Reciclar viejas glorias, con un entrenador que no ha ganado nada en casi 30 años no es la solución, América necesita un cambio radical, desde arriba hasta abajo; Reinoso (me niego a decirle Maestro, no me ha enseñado nada aún) sé tu historia, sé tu pasado americanista, sé de tu amor a los colores, pero también sé que no traes nada nuevo, con garra no se ganan partidos, con amor a la camiseta tampoco, seguro que los jugadores saldrán a dar todo, pero eso no es suficiente, el buen futbol también es estrategia, táctica, técnica, y eso, sobre todo la táctica, creo que ya no lo puedes enseñar.
Seguiré apoyando al equipo, no lo dudes, incluso iré al estadio si el partido suena atractivo, pero tu llegada al club no me emociona, ni me hace sentir mejor con respecto al futuro del equipo, no eres más que un remedio temporal, que no va a hacer que el equipo regrese a lo que era antes, sí, a lo que era cuando tú estabas ahí.
Foto: La Afición
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