9 de octubre de 2013

Se busca selección que adopte a la afición mexicana…

Hace mucho no escribía de futbol y creo que es buena ocasión de volver a hacerlo y por la cercanía de los últimos dos partidos de la Eliminatoria de Concacaf para el Mundial de Brasil 2014, el tema ‘obligado’ es nuestra querida odiada Selección Mexicana.

Pero no sufran, no voy a hablar de las posibilidades, del técnico anterior, del nuevo, que si los porteros, que si el nivel y bla bla bla. Primero, porque no me pagan por analizar eso y segundo, porque ya se ha escrito demasiado y no creo que aporte nada nuevo o relevante.

Más bien quiero hablar de sentimientos. Los mexicanos somos más fieles a nuestro equipo de futbol que a las novias (en algunos casos, no todos somos así), y cuando el equipo va bien es el mejor e incluso, le puede dar un baile al Barça; pero si llega una mala racha cuidado, son más malos que el infame Sodoma y Gomorra FC, equipo semi-llanero-universitario del cual formé parte y significó mi retiro de las canchas.

Ahora imaginen cuando le pasa a nuestra Selección, la Verde, el Tri, Ratones Verdes, o como quieran llamarlos. Ha sido un año de pesadilla, donde el poco o mucho prestigio que tiene el equipo se ha regado por los suelos, ese orgullo que nos inflama el pecho de ser dobles campeones mundiales en categorías infantiles, medalla de oro en olímpicos y vivir del rancio (y nada actual) abolengo de ser los ‘Gigantes’ de nuestra subdesarrollada área, nos ha hecho más mal que bien y en el 2013 se ha notado y mucho.

Ahora está en peligro la clasificación al mundial y eso tiene al país (o por lo menos a la parte futbolera) con los nervios de punta. México es de los países que más boletos pide para el mundial, tiene una infraestructura que es muy superior a la de la los países del área y sobre todo, tiene muchos (y muy grandes) patrocinadores.

Y ya que toco el tema de patrocinadores, ha sido tan malo el año futbolero, que Roshfrans, decidió publicar un anuncio espectacular en una de las avenidas más transitadas de la capital y burlarse de la situación tanto del equipo como de ellos como empresa que pone de su bolsa para pagar a los jugadores verdes. El anuncio ha causado revuelo, es original, es cierto y es duro: nadie está orgulloso del equipo, y a mi parecer, no creo que Roshfrans regrese como patrocinador para el próximo ciclo, una pena, porque ese ‘atrevimiento’ debería merecerles un festejo en el Ángel, que tan abandonado ha estado este año.

Quedar fuera del Mundial nos va a dejar huérfanos de equipo, porque siempre estamos ahí, apoyando, poniéndole color a la grada, con la ilusión de hacer el mejor papel de la historia, con el patético ‘Sí se puede’ a media garganta, a punto de explotar, porque, seamos honestos, nuestro ADN futbolero está lleno del cromosoma “S” (Sufrimos Siempre), no habrá ventas al por mayor de playeras verdes, negras, rojas o blancas; los niños no se llamarán ‘Gio’, ‘Chicharito’, ‘Memo’ o cualquiera que sea el nombre de su ídolo; nos vamos a quedar sin historias, sin reuniones para ‘ver el fut’, nadie va a querer llenar el Panini, no habrá ‘día verde’ en las oficinas para ver los partidos, en fin, huérfanos de futbol.

Dentro de mí, muy en el fondo, sé que estos jugadores van a clasificar, porque a pesar de nuestro futbolero cromosoma “S”, al final, siempre estamos ahí, en la fiesta, para darle color, a veces ser el invitado incómodo, ser la decepción o la sorpresa. Pero nunca hay que dejar de lado la posibilidad de comenzar a buscar qué selección nos quiere adoptar para el Mundial Carioca.

¿O de plano cambiamos de deporte y nos volvemos aficionados al rugby?

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